Algo esencial en la cultura de toda empresa para crecer y mejorar, es tener una cultura que convierta el feedback de sus trabajadores en parte intrínseca del día a día de la empresa. y esto se haga de manera habitual convirtiéndolo en una rutina.
Integrar un feedback constructivo y transformador en la cultura de empresa deberá ser una actitud habitual convirtiéndolo en una rutina. Es posible lograrlo siguiendo estos 3 pasos:
Necesitas que todo el equipo sepa cuando ese feedback es correcto y con él se puede llegar a cambiar algo, y a tomar decisiones que puedan ayudar a resolver una situación o a mejorarla. Es necesario tener cuidado para no caer en algo bastante común: el feedback no es para darlo sólo cuando hay un problema.
Para ello será necesario dar una serie de pautas, una formación para capacitar a tu equipo sobre cómo dar un feedback correcto, esta formación será especialmente importante entre los jefes de equipo.
Este entrenamiento es aconsejable dividirlo en etapas para que los empleados lo puedan asimilar y poner en práctica de manera más natural y progresiva. Además la formación en etapas nos permitirá llevar un seguimiento de su incorporación a la cultura de la empresa en la forma y tiempos correctos y medir resultados.
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Aprovecha los medios digitales de que dispones para hacerlo de manera cómoda, busca el mejor canal o canales de comunicación en el que recibir y dar esta retroalimentación. Seguramente tengan que convivir varios canales de comunicación para recibir estos feedback, en función de la idiosincrasia de cada empresa.
Lo más importante es que estas formaciones no caigan en saco roto, debemos trabajar para incorporarlas a la rutina de todos los empleados. Que el feedback se convierta en parte de sus funciones a lo largo de su desempeño laboral.
Para crear una rutina hay varios sistemas, uno de ellos para poder comprobar que se está realizando es incorporar un sistema de recompensas activadas por ciertas señales que acordemos.
Podemos crear una guía con unas preguntas tipo, que todos deben memorizar y plantear ante ciertos problemas o situaciones en las que haya que tomar una decisión y valorar o dar un feedback.
Describimos un ejemplo: Se recibe un comentario de un compañero de trabajo.
Guía de pasos a seguir:
¿Cuál es la recompensa de realizar esos cinco pasos? Has utilizado la retroalimentación (feedback) para alcanzar un objetivo profesional que te has fijado. Este método se conoce como el método LATTE y explica cómo formar hábitos.
También puedes diseñar actividades de participación de los empleados para fortalecer su equipo. Estas actividades pueden incorporarse a los calendarios de manera que se hagan de forma regular.
Reconocer públicamente una buena ejecución de un feedback es la mejor manera de demostrar que algo funciona y a la vez motivar al resto del equipo a imitarlo.
Sin duda, lo más efectivo para demostrar que algo funciona es con ejemplos dentro de la empresa, en los que se vean los buenos resultados de hacer un feedback correcto, meditado y trabajado.
Estos reconocimientos además de hacerse por parte de jefes a su equipo, es aconsejable y una buena práctica que se haga entre compañeros del mismo equipo.
Hay empresas que además ofrecen recompensas para los mejores feedback, los más correctos; y los que están en línea con lo que se aprende en las formaciones y el entrenamiento que se está proporcionando a los equipos.
Con este sistema de recompensas, conseguimos tener otros parámetros para medir el nivel de asimilación de un feedback de calidad en la cultura de la empresa.
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