¿Tu empresa es flexible? 5 tips para saber si tu empresa es flexible en la relación con sus empleados.
Mucho se habla de empresas flexibles pero no está muy claro a qué se refieren con este concepto.
La flexibilidad de una empresa puede definirse como la capacidad de adaptación o respuesta que posee la organización en su conjunto ante cambios actuales o previstos del entorno, conseguida a partir de una actitud estratégica, un sistema productivo, una estructura organizativa y una fuerza de trabajo flexibles.
Podría decirse que una empresa es flexible cuando esta se adapta rápidamente ante cambios previstos e imprevistos. Esta es una cualidad que se trabaja y tiene que ver con el ADN de la empresa, quiere decir, que es una estrategia un sistema dentro de la organización y se prepara y forma a los empleados para conseguirlo.
Desde el punto de vista de los Recursos Humanos, es importante la flexibilidad en la empresa porque está directamente relacionado con la felicidad de los trabajadores, y esto a su vez repercute directamente en la productividad de la empresa.
Una empresa flexible también lo es en cuanto al horario y la conciliación de la vida personal y laboral de sus trabajadores y esto es un aspecto que los trabajadores valoran cada vez más junto con la remuneración.
Y una vez asumido esto:
¿Sabes si tu empresa es flexible? ¿cuándo lo es? Vamos a comprobarlo, una empresa es flexible en su relación con los empleados si:
Conciliación vida personal y familiar con la laboral: Facilita una flexibilidad horaria, trabajo en remoto, jornadas continuas,..
Cuida del bienestar de sus empleados, ofrece programas sobre salud, ergonomía, gestión del estrés, alimentación, ejercicio,...
Existe un plan de igualdad en la empresa, cuyas medidas redundan en que mujeres y hombres estemos en igualdad de condiciones laborales y salariales.
Promueve optimizar el tiempo de trabajo. Los procedimientos y cultura de la empresa evitan la ‘burocracia’ y la ‘reunionitis’. Si se puede resolver un asunto con un email, no hagas una reunión, elimina todo lo que suponga una distracción o empleo de tiempo sin valor.
Dota de los medios necesarios para realizar el trabajo desde cualquier lugar y no sólo desde la oficina. Por ejemplo, si un día tienes un imprevisto por el que tienes que quedarte en casa, que la empresa te posibilite trabajar desde allí sin tener que perder o recuperar posteriormente esa jornada.